Jugando a Ser un Gurú: Cómo Crear su Propia Teoría de Negocios

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Internet es una fabulosa herramienta de diversidad. Todo está allí al alcance de la mano y democráticamente abierto para que cualquier persona que lo desee pueda compartir sus pensamientos con el mundo. Este blog es una clara muestra de su generosidad.

Este sentido democrático ha hecho proliferar la estupidez, también en el terreno corporativo (nuevamente este blog es una clara muestra). Así cualquiera puede escribir artículos sin sentido, pensando que están elaborando la teoría de negocios que cambiará al mundo.

¿Por qué entonces no adherirse a la corriente y convertirse en un gurú del management? Es gratis, implica escaso riesgo profesional y si la acierta... ay, amigo, si la acierta, su cuenta bancaria se traslada del Credicoop a las Islas Caimán.

Aquí algunos consejos para el intento.

Lo primero que usted necesita es un buen título. El primer golpe es el que más duele. Amenace de entrada con cambiar la historia del management.

        -       "Management Centrífugo"

        -       "Destruyendo Paradigmas Auto-Inmunes"

        -       "Liderazgo Oblicuo en Horizontes Sinópticos"

        -       "Corporización de Corporaciones ¿Metáfora Perfecta?”

        -       "Apalancamiento Lateral en Empresas Sinérgicas".

Ninguno de ellos significa nada, pero causan revuelo. Si no lo invitan de Harvard, al menos podría conseguir algunos minutos en Dale La Tarde.

En los últimos años, Peters y Waterman mediante con su "In Search of Excellence" de 1982, la literatura empresarial se ha desarrollado a partir de los ejemplos. Nada de teoría aburrida, la onda parece ser caso de éxito y a la bolsa. Una alternativa sería ir por esa veta. "Rasgos Distintivos del Nuevo Ciclo del Management. Un Culto al Empirismo".

Usted puede iniciar una consulta por Twitter y, pobre modelo matemático mediante, llegar a la conclusión de que los grandes hombres de negocios del presente tiene dos rasgos en común: perros caniches y tratamientos de conducto.

El CEO de "Pichuleando Investment S.R.L." puede testimoniar acerca de la inspiración para los negocios que le da su perrita "Chantal". Cada inversión importante se decide a partir de sus ladridos. Sin son pares, se desecha; si son impares, agarramos viaje; si ladra mucho, le damos alimento para perros.

Lo mismo aplica para el Chief Maker Officer (¿?) de la empresa "Ingeniería Proyectiva S.A." cuyos tratamientos de conducto le ayudan a proyectar obras a partir de la reacción de sus molares a la anestesia. Todas sus exitosas obras se celebran con una fiesta de empleados en la que cantan Diego Torres y No Te va Gustar (por aquello de "va ser muy lindo hacer un puente").

Otra opción podría ser dejar las palabras a un lado como apertura y plantear directamente un esquema gráfico con nombre pomposo. "Gráfico Sinóptico del Éxito", "Cuadratura Parabólica Empresarial" y otros pueden ser una aproximación. Aquí el secreto está en hacer complejo lo simple. ¿Para qué simplificar si a los gerentes les gusta lo complicado?

Líneas que van y vienen, múltiples dimensiones conectadas por mecanismos endebles, colores que nos marcan una dispersión espacial ponderada (¿me parece o me fui a la m…?), símbolos tomados de alguna civilización antigua, y algún que otro adorno con forma de OVNI pueden darle al marco el impacto que tanto se necesita para triunfar.

Una última propuesta (última no porque no se me ocurran más, sino porque ya me lo imagino cabeceando por la lectura) es la infalible receta de los "n" puntos.

        -       "Las Cinco Dimensiones de la Auto-Motivación"

        -       "Veinte Rasgos del Gerente Revolucionario" (si se vende poco, lo exportamos a Cuba y listo)

        -       "Los Siete Chakras Corporativos" (a la pelota, este sí que está bueno)

        -       "Los Cinco Secretos de la Excelsitud Managerial"

        -       "Las Siete Encrucijadas de la Gestión"

Tal como ocurre con los programas de fútbol con panelistas de hoy en día, no importa que no se nos caiga una idea, aquí lo importante es encender la llama de la polémica, tirar una cortina de humo y que el resto hable a partir de la nada misma.

Corto acá y nos seguiremos leyendo. Ahora voy a comenzar mi boceto de "El Animé y su Influencia en el Management Japonés". Si me va mal, retomaré mi curso de folletería española.

Lo invito a probar por su lado, y si tiene éxito, no se olvide este servidor, quien supo darle el empujoncito al estrellato que tanto demandaba su autoestima.

Descolgado: tuve una oferta para ser gerente de una empresa japonesa de dibujos animados, pero no me animé.