enero 11, 2013

¿Gerente Multitareas? Su Empresa Necesita una Mujer


Image courtesy of Pong / FreeDigitalPhotos.net
Desde que en 1954 Peter Drucker escribió su legendario libro “The Practice of Management”, la gerencia pasó a ser una institución respetada y hasta venerada. El imaginario ponía a los gerentes en el pedestal del planeamiento estratégico. Eran los tipos que iban una semana una cabaña en el medio de la montaña a construir la visión corporativa por los próximos diez años.

Aunque la mirada estuvo un poco exagerada y nunca en la realidad esto fue así, sepamos que en el siglo XXI la mano viene cambiada. Cada vez más el gerente es un multitareas generalista que segmenta su tiempo en porciones ínfimas, haciendo de todo un poco, casi como un pulpo omnipresente al que muy a menudo le pasa un tiburón por debajo y no se da cuenta.

En este artículo pretendo explicar cómo esto tiene relación con nuestro nacimiento como raza humana y con nuestras capacidades de género.
Hombres y mujeres de las cavernas tienen la explicación a un pensamiento que para mí es más que claro: si su empresa necesita un gerente multitareas, su empresa necesita una mujer…



Si usted es gerente sabrá que ser un multitareas no es nada fácil. Aprobar el reporte de gastos al mismo tiempo que trata de convencer a un joven de la generación “Y” que no es conveniente venir a trabajar en bermudas tiene sus costos emocionales y nos expone a un margen de error peligroso, más si el joven se niega a dejar de andar en su patineta por el pasillo.

El día del gerente multitareas comienza encendiendo la computadora, mientras acomoda los papeles que desordenaron los de la limpieza al pasar la franela sobre el escritorio. Al mismo tiempo revuelve el café con ese palito de plástico que detesta y se apresta a una conferencia con sus pares de la región, que sabe que será una pérdida de tiempo, como todas las del último año. Es como esos sufrimientos que nadie se atreve a cortar, pero que al primero que lo proponga le dan diploma, medalla y beso (creo que ya había avisado que era volátil, ¿no?).

El día sigue luego con informes de control, lectura de comunicaciones organizacionales, problemas con fechas de entrega, reuniones para coordinar, escucha de gente que está contenta y otros que se quejan, café sobre la camisa, simulacro de evacuación del edificio (mientras eso sucede, el gerente multitareas bajas las escaleras por la izquierda, celular en manos libres, con su notebook a cuestas, para llenar reportes de status en la intranet en el bar de la esquina).

Paremos un momento aquí…
Comparemos esto con lo que hace un ama de casa en su hogar TODOS los días.
¿No estamos ante un prototipo de gerente multitareas que desarrolla sus actividades en otro ámbito?

Sabemos que el hombre de hoy día ayuda en la casa, pero por más que lo intente no tiene chance de comparación con la gerente del hogar. “Voy a barrer el living” dice él, como esperando una recompensa que nunca llega –ya sé, ya sé, estoy escribiendo a mi nombre, he vuelto a descubrirme, este es un problema que está bajo tratamiento- y cuando descarga las tres migajas del pan en el tacho de basura ella completó en paralelo lo siguiente:
        -       Probó los fideos y le agregó una pizca de sal
        -       Limpió los azulejos de la cocina (hervor de los fideos mediante)
        -       Sacó la bolsa de residuos a la vereda
        -       Pasó el peine fino a la nena para sacarle los piojos
        -       Pagó la factura del cable por internet
        -       Puso la mesa para la cena
        -       Se depiló
        -       Llamó a su padre para preguntarle por la próstata

Ahora bien… ¿Cómo es que la mujer desarrolló su fantástica capacidad multitareas?

Remontémonos a la era de las cavernas, justo al momento posterior en donde los humanos descubren a la agricultura como medio de subsistencia y dejan de ser errantes.

Frederick Taylor mediante, los hombres se agrupan en expediciones de caza para traer alimento a sus mujeres y niños, que esperan en los refugios durante horas.
Los hombres se mueven con sigilo y pasan largo rato en silencio procurando aproximarse a la presa, que en aquellos tiempos era muy grande y peligrosa, mientras las mujeres ordenan su caverna/aldea al aguardo de comida y mantienen entretenidos a sus hijos (1).

En ese devenir diario, la mujer comienza su largo trajín de miles de años de multitareas:
        -       Pulir huesos para hacer agujas con las cuales coser pieles
        -       Moldear vasijas para cocer la verdura
        -       Reparar la ropa de los niños que experimentan juegos extremos (2)
        -       Crear cortinas a partir de lianas selváticas
        -       Acondicionar los huesos de pescados para peinarse
        -       Catalogar extractos de insectos para el maquillaje (sí, también eran coquetas)

Desde mi limitada perspectiva, las similitudes entre las competencias del gerente multitareas y la mujer son tan claras que no me sorprendería si este planteo no es original y hay algún otro delirante que con anterioridad haya transparentado el vínculo.

De todas formas, el planteo hecho está y es más que claro que si su empresa necesita un gerente multitareas, su empresa necesita una mujer.
Lo único que espero es que mi jefa no lea este artículo.

(1)    En realidad esta teoría de “multitareas y nacimiento como raza humana” se complementa con otra de “locuacidad de género y nacimiento como raza humana” pero no quiero alimentar polémicas innecesarias (al menos por el momento).
(2)    Completamente descolgado… Otros juegos de los pequeños cavernícolas:
·  Piedra, hueso o madera (que cada uno se imagine cómo hacían con las manos, yo hasta acá llegué)
· Mancha mamut (el que la queda tiene que perseguir a los otros simulando una trompa con su bracito)
· Caracolitos (variante de figuritas)
· El gliptodontesito ciego
· Cuando llovía se quedaban en la caverna y las mamás los ponían a hacer pinturitas rupestres



2 comentarios:

  1. Excelente post que traerá polémica! Yo siempre le digo a mi mujer (que trabaja de otra cosa completamente distinta) que podría hacer mi trabajo de manera excelente. Pero no quiere saber nada de cambiar! Creo que con mis comentarios cotidianos le huye al management como si fuera la peste!

    Es imposible no sentirse representado en la descripción de una mañana típica del manager! La parelización de tares excesiva del rol es desagastante... a veces paraliza. No suelo recomendar a HBR, pero este artículo es muy interesante: http://hbr.org/2005/01/overloaded-circuits-why-smart-people-underperform/ar/1

    También pueden visitar mi blog (un poco de autopromoción!). Sobre el uso del tiempo http://elmandomedio.blogspot.com.ar/2012/10/tic-toc-boom.html.

    Salud!
    El MM

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    1. Estimado MM,
      Gracias por tu comentario.
      Y sí, las mañanas suelen ser desgastantes. Afortunadamente las disfruto mucho porque las tardes no suelen ser más radiantes.
      Bueno es que tu mujer le huya al management como si fuera la peste. Cuando quiera huir del manager deberías preocuparte.
      Saludos,

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