abril 09, 2013

Éramos Pocos y Cayó La Auditoría

Image courtesy of Rawich FreeDigitalPhotos.net

De repente, cual volcán islandés dormido por décadas, Quality Audit, área de la empresa encargada de las auditorías, despertó de su letargo.

El email llegó como un látigo, inesperado, repentino, rayo luminoso profanando la oscuridad, meteorito salvaje en la nebulosa galáctica (me parece que me fui al corno, ¿no?). Lo cierto es que sin mediar advertencia, olvidando aquello de “el que avisa no traiciona”, la comunicación establecía responsables y plazos para las auditorías, con envío de evidencias previas y todo.

¿Qué debería hacer usted en estos casos? ¿Cambiar de organización? Dudoso. ¿Tirarle el fardo al de al lado? Improbable. ¿Planear un atentado al auditor? Punible. La palabra clave es RESIGNACIÓN.



Un Regalito
La lista de cincuenta puntos es un puñal que se clava en el estómago. En ocasiones como esta, la acidez no perdona. Manotear el Milanta es un alivio fugaz.
La planilla es inapelable: descripción del punto, categoría, indicador de mejora a reforzar, modelos para las presentaciones, peso relativo del punto sobre el total, vínculo con el sitio de mejores prácticas aprobadas por la Audit Latin Development Organization of Performance Evolution (ALDOPE) y número de asistencia al suicida.
El auditor tiene la mesa servida y usted la soga al cuello.

Recordando el precepto rector en estos casos, usted se resigna hasta a resignarse, toma un curso rápido de yoga sideral con Mahatma Benzema, junta lo poquito que tiene, lo maquilla con una guirnalda y se manda de cabeza con menos sustento que Guido Suller al programa de Mariano Grondona.

Sin Lugar para Milagros
El resultado podría ser peor. Luego de una semana, se publican los resultados y usted tiene que levantar sólo 43 de aquellos 50 puntos. Se quiere esconder bajo el escritorio, meterse en el hueco del ascensor, ir detrás de la máquina de café y tantas otras cosas, pero ante todo todavía le queda un cachito de dignidad y su amor propio lo empuja al martirio.

La cabeza le juega en contra, lo tortura, la planilla misma (que ahora además tiene colores y gráficos que le recuerdan todo lo que debe) lo persigue hasta en el almuerzo. La gente en los pasillos desfila ante sus narices y lo saluda con un hiriente “¿cómo andás 43?” A esta altura los pendientes son una astilla en el pie (en realidad se me ocurre otra analogía, digamos que un poco más cruda).

El Contraataque
Usted siente el tema como algo personal y está dispuesto a responder con las mejores armas disponibles, al filo de la ley y mirando de costadito al código de ética. Desde el cuadro de la sala de reuniones, el fundador lo mira con sonrisa opaca; hasta parece que moviera el dedo lentamente de lado a lado como diciendo “no, no”.

Como le recuerda al colectivo que tomaba para ir a la casa de su ex suegra, enmarañado en recuerdos que le retuercen el esófago, elige el 17. El llamado de la memoria es difuso, azul-verdoso o verde-azulado, como quiera que sea, la adrenalina corre con la velocidad de aquel viejo colectivo por la calle Piedras. Sí, es el número justo. Será la primera evidencia y el auditor de “Quality Audit” deseará mudarse de planeta.

Usted decide hacer una presentación en Power Point y la diseña para que despliegue una letra por click. Son sólo cuatro slides y al final del camino espera un Excel incrustado. Al abrirlo, el auditor se encontrará con ocho hojas con links recurrentes que van y vienen y terminan llamando a un Word con una macro embebida. Al ejecutarla de manera no segura, el documento se encripta y pide una contraseña, la que usted develará al auditor no antes de asegurarse que éste haya completado el procedimiento de solicitud de des-encriptación que menciona el manual de seguridad tecnológica en su página 381A.

Después de dos días, el auditor vuelve con una sonrisa y le objeta la evidencia. Revisarla le llevó sólo 8 minutos, porque ya se sabía el truquito y tenía un programa de accionaba al mismo tiempo un acelerador de clicks, un identificador de links recurrentes, un ejecutor seguro de macros y un detector de contraseñas.

La Humillación
La derrota es amplia y contundente. Usted se convence de dejar a un lado la innovación porque con estos tipos no se puede. Decide revisar el documento de mejores prácticas sobre presentación de evidencias y con la cola entre las patas, vuelve a su gris escritorio humillado y con las heridas abiertas. Ya nada será como antes, los dedos acusadores se levantarán implacables por el pasillo, señalando su espalda arqueada.

Concluye su día bajando por las escaleras desde el piso 19. En la esquina el tránsito está cortado por una movilización de los fabricantes de ojotas. El flujo de vehículos desviado pone ante sus narices a un renovado 17, tan verde-azulado como antes. Sus ojos buscan alrededor una piedra vengadora, pero ni siquiera el consuelo del vandalismo le sonríe en la tarde.
Secándose las lágrimas, emprende la caminata despacito hasta Berazategui.

25 comentarios:

  1. Amigo HE, tu post ha herizado mi vello corporal, recordando planillas satanicas con criterios de revision que nunca llegue a entender que tenian que ver con el valor que le entregamos al cliente.

    Ojo, no soy contrario a las buenas practicas, pero me genera una violencia infinita aquellos que son mas papistas que el Papa...

    Acaso hay una profesion mas despreciable que aquellos que llevan adelante esas auditorias, presentandose como los representantes de las buenas practicas en la tierra? Ha estado esa gente alguna vez en el campo de batalla, cuando al cliente se le cayo un servidor financiero y no le importa si se lo levantas con ITIL o con RCP?

    Amigo HE, me has amargado el dia con estos recuerdos siniestros...

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    1. Amigo El Barto,
      Calma, calma. El término "violencia infinita" no puede conducir a buenos caminos. Te recomiendo leer Habemus Gerente para apaciguar un poco tu alma.
      (lado celestial de H&E)

      Estimado El Barto,
      ¡Qué bueno poder encender un poco la mecha de la polémica en estos días de paz y amor!
      Dos comentarios en menos de 30 minutos demuestran que el tema es movilizante y celebro haber despertado estas pasiones.
      (lado malévolo de H&E)

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  2. Que golpe tan bajo!
    Telotengoquedecir!
    Y eso que no me identifico ni un poquito con el rol de auditor...

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    1. José,

      ¡Qué bueno es tener tu participación por estos pagos!
      Eso sí, si me hacen el papel de susceptibles largo el blog y me voy a escribir uno de manualidades en pepel maché.

      Me olvidé de poner el clásico asterisco con la leyenda "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia".
      :-)

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    2. Anyway, te faltaron algunos comentarios que hacen algún tipo de auditores tipo: Venite llorado!te lo explico con manzanas? que parte no entendiste de...?

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    3. En mi barrio el término "te lo explico con manzanas" es un cross a la mandíbula sin aviso previo.
      Y hay otras "el color del semaforito te muestra los puntos que cumpliste y los que no".
      Me quiero matar!!!

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  3. !!! Muy Bueno !!!! Realmente las auditorías son una pesadilla.
    ¿Son un mal necesario? Tengo mis dudas....

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    1. ¡Bienvenida Silvia!
      Las auditorías no son del todo malas o al menos no siempre.
      El problema es que mientras debemos dedicarle tiempo a la preparación, ejecución y presentación de evidencias, el día a día sigue transcurriendo implacable.
      Tus dudas se resuelven con un simple check-list. Eso sí, no lo publiques para que no te lo auditen.
      Saludos!

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  4. Ja! Me sentí aludido, sobre todo por la palabra clave que utilizaste.
    De todas maneras te doy una de las tantas soluciones a la pesadilla de las auditorias, pero te cambio la palabra por el símbolo clave: $$

    Abrazo
    Nico.

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    1. Gracias Nico por el comentario.
      ALDOPE creo que da pie para publicar un artículo de acrónimos tendenciosos.

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  5. Más de un@ te va a venir a pedir regalías por inspiración!!
    El que avisa no traicionaaaaa

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    1. Me asusta el PFA... ¿Será Policía Federal Argentina? ¿A tal punto llegó la polémica que estoy siendo monitoreado por los servicios secretos?
      1. Yo no pongo un peso.
      2. Como le dijo un fabricante de vajilla a su novia "vos sos mi fuente de inspiración".

      ¡Gracias por el aporte!

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    2. M'hijo!!! Qué le pasa gaucho tanto temor!!

      PFA = POSIBLE, FÁCIL y AGRADABLE as Audits!! :)

      Remember... Uno CREA lo que CREE....

      ;)
      Se agradecen las gracias!

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    3. Como dijo Michael Jackson: gracias por la aclaración.

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  6. Estimado H&E, Cada vez que mis clientes internos tienen una auditoría idem, a mí se me llena el escritorio de montañas tambaleantes de papeles donde tengo que poner un gancho. La tendencia a olvidarse del "visado de Legales" se revierte automáticamente, y los pobres cuervos tenemos que estar revisando y firmando solicitudes de compra de mate cocido en saquitos emitidas en 1996.
    Y si trabajás en una empresa que tiene que cumplir SOX (o SAROX, o más adecuadamente, SADO), el tiempo dedicado a trabajar y producir toma una proporción de 1 a 10 con el dedicado a fiacas mentales (soy una dama), tendientes a cumplir la maldita norma, o hacer como que se cumple. Saludos. Estocolmo.

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  7. Amiga Estocolmo,
    Qué triste imagen la de "solicitudes de compra de mate cocido en saquitos emitidas en 1996".
    ¡Gracias por tu comentario!

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  8. Una vez mas me gratifica una lectura con humor de un tema tan fasdtidioso. Alguna vez esta gente admitira que sin nosotros, no sopn nada!. Abrazo.

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    1. ¡Qué bueno tenerte por estos pagos Fabián!
      A fuerza de responder a ciertas auditorías y también a fuerza de contener el fastidio es que se nos va cayendo el pelo.
      :-)
      No somos nada...

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  9. Jaja...no se si me divierte mas el relato o los comentarios!! Yo tengo impuesto el rol de auditora y para los que dicen que nunca estuvimos en el campo de batalla les digo que yo estuve muchos años del otro lado pero ahora me toco hacerlos sufrir!! Y ojito con que no descubra quien esta detrás de los pseudonimos porque la auditoria siempre llega!! Besos. Cruela

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    1. Estimadísima Carolain,
      Aquí lo importante es divertirse. Como dijo un arquitecto "si hace falta paso a un segundo plano".
      Me reservo el derecho de escribir la novela "Auditora por oposición", teniendo a Elisa Carrió como protagonista.
      Será un best seller latinoamericano junto con otro proyecto que se llama "muda de ropa, sorda de alma".
      Mis respetos...

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  10. Llego tarde, creo que muy tarde a la polémica; pero quiero tirar mi molotov también.

    ¿No hay algo de sádico en la vocación del auditor? ¿Algo así como ser el dentista de la organización?

    Y aquí no puedo ser neutral: como dice El Barto, o estás en las trincheras levantando el servidor del cliente que se cayó, o estás en las oficinas levantando el dedo índice y diciendo con tono acusador "no llenaste el formulario AZX-123"

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    1. MM,
      Nunca es tarde cuando el debate es bueno.
      Me hubieras tirado antes la frase del dentista de la organización y la incluía en el relato. Voy a imaginar otras semejantes para el futuro.
      Contra la vocación no se puede.

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  11. Muy bueno!!! Coincido totalmente, nose puede estar apagando incendio y recordar todos los viernes llenar las horas en 3 lugares distintos para que no te reten porque no reportaste lo que hiciste... ¿No alcanza con llenar un sólo lugar y centralizar las consultas para simplicarnos el día a día en vez de complicarlo con tanta burocracia?
    Ojo! no estoy en contra de los procedimientos, todo lo contrario, soy muy puntillosa en ese sentido... pero a veces en nombre de la calidad me parece que se pasan para el otro extremo :)

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    1. Caramba, caramba, debería comenzar a cobrar por cada aportante que hace catarsis ;-)
      Eso de cargar las horas en tres lugares distintos está muy mal. Tal vez deberías trabajar en una empresa de sistemas y seguramente tendrías todo automatizado. Pensalo...

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    2. Jajaja... en casa de herrero, cuchillo de palo :P

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