Licenciado en Frustración

Sabido es que los seres humanos somos volátiles a lo largo de nuestros días, y en algunos  casos aún a lo largo de nuestras horas, minutos y hasta segundos.

Nótese que me refiero a "los seres humanos" para escudarme y no dejar al descubierto mi propia volatilidad. La frase aplica como una excusa lingüística que no hace más que ponerme en evidencia.

A esta corta altura, no podrá negar que soy honesto (o al menos en este párrafo).

Aquí hago una lastimosa enumeración de las distintas profesiones que mi orientación vocacional me ha impulsado a explorar, poniendo en claro por qué en cada caso he terminado frustrado.

Es probable que la enunciación y las justificaciones le resulten representativas y graciosas. Prepare entonces la caja de pañuelos descartables antes de la lectura por si llora de risa. Yo la usaré durante la escritura para lo contrario.

De Profesión Frustrado…

Quise ser psicólogo

            Pero mi vecino era Diván de Pineda.

Quise ser odontólogo

            Pero no tenía ganas de blanquear mis intenciones.

Quise ser abogado

            Pero no andaba derecho para las leyes. Que conste en actas.

Quise ser matemático

            Pero descubrí la actuación y me dediqué a las tablas.

Quise ser licenciado en letras

            Pero estaba confundido de la A a la Z.

Quise ser arquitecto

            Pero mi pensamiento era muy plano.

Quise ser paisajista

            Pero estaba un poco verde y mi novia me dejó plantado.

Quise ser comunicador social

            Pero no me entendía ni yo.

Quise ser veterinario

            Pero vivía cerca del zoológico y por la noche los animales no me dejaban dormir.

Quise ser filósofo

            Pero me expulsaron luego de un filoso comentario a una practicante.

Quise ser contador

            Pero no me daban los números.

Quise ser agrimensor

            Pero mi campo de acción era reducido.

Quise ser ingeniero

            Pero aunque la carrera era preciosa, yo no era preciso.

Especial de mis intentos en Medicina...

Quise ser hematólogo

            Pero al estudiar me hacía mala sangre.

Quise ser urólogo

            Pero por más que me estiraba no me daba el cuero.

Quise ser radiólogo

            Pero en la universidad había mucha mala onda.

Quise ser traumatólogo

            Pero-né.

Quise ser cardiólogo

            Pero no puse el corazón en mi carrera.

Quise ser cirujano

            Pero me faltó precisión en las respuestas.

Quise ser dermatólogo

            Pero cuando leía Don Quijote de la Mancha me daba alergia.

Quise ser anestesista

            Pero sentía.

Quise ser oftalmólogo

            Pero la cuota me costaba un ojo de la cara.

Quise ser gastroenteorólogo

            Pero los exámenes eran una patada al hígado.

            Nota: por favor, antes de hacer un comentario vea que ya hice referencia a la especialidad de urología ;-)

Descolgado:

Quise ser profesor de canto, pero mis alumnas se quejaban porque iba de frente.