El amor, como todo el mundo sabe es ciego,
sordo y mudo.
Lo que pocos se imaginan es que a veces, nuestras
deformaciones profesionales lo transforman además en enfermizo y delirante.
Baste este ejemplo de un enamorado
informático que escribe un poema a su amada empleando términos de sistemas y
tecnología.
“Mis campos encajan en tu tabla”, “llegar
a deszipear tus sufrimientos”, “ponerle contraseña a tus instintos”, “sentir en
nuestros labios la interface” y
otras notables frases de amor se enlazan para provocar el éxtasis de Cupido.
Aquí vamos...